-¿Qué importa? A una muchacha como usted no creo que le asuste un viaje largo.
-No es el viaje, sino la distancia y el mar, que es una barrera que me separaría de...
-¿De qué?
-De Inglaterra, y de Thornfield, y de...
-No es el viaje, sino la distancia y el mar, que es una barrera que me separaría de...
-¿De qué?
-De Inglaterra, y de Thornfield, y de...
-¿De...?
-De usted, señor...
Lo dije casi involuntariamente, mientras lágrimas silenciosas bañaban mi rostro. La mención del señor O'Gall, de Bitternutt Lodge, había dejado frío mi corazón, y más aún el pensamiento del mar, del mar inmenso, revuelto y espumoso, que había de interponerse entre mi persona y aquel hombre a cuyo lado paseaba y a quien amaba de un modo espontáneo, superior a mi voluntad.
-De usted, señor...
Lo dije casi involuntariamente, mientras lágrimas silenciosas bañaban mi rostro. La mención del señor O'Gall, de Bitternutt Lodge, había dejado frío mi corazón, y más aún el pensamiento del mar, del mar inmenso, revuelto y espumoso, que había de interponerse entre mi persona y aquel hombre a cuyo lado paseaba y a quien amaba de un modo espontáneo, superior a mi voluntad.
-Es muy lejos -repetí.
-Desde luego. Y cuando usted esté en Bitternutt Lodge, no volveremos a vernos más. Me parece indudable. No creo ir nunca a Irlanda; no es un país que me atraiga en exceso... Hemos sido buenos amigos, ¿verdad,Jane?
-Sí.
-Bien. Pues cuando dos buenos amigos se separan, emplean el corto tiempo que les queda de estar juntos en hablar un poco de sí mismos. Ea, hablemos tranquilamente durante media hora, mientras las estrellas brillan en el cielo que nos cubre... Sentémonos en este banco del castaño, ya que nuestro destino es no volver a sentarnos juntos más.
-Desde luego. Y cuando usted esté en Bitternutt Lodge, no volveremos a vernos más. Me parece indudable. No creo ir nunca a Irlanda; no es un país que me atraiga en exceso... Hemos sido buenos amigos, ¿verdad,Jane?
-Sí.
-Bien. Pues cuando dos buenos amigos se separan, emplean el corto tiempo que les queda de estar juntos en hablar un poco de sí mismos. Ea, hablemos tranquilamente durante media hora, mientras las estrellas brillan en el cielo que nos cubre... Sentémonos en este banco del castaño, ya que nuestro destino es no volver a sentarnos juntos más.
Cuando nos hubimos acomodado, continuó:
-En efecto, Jane: el viaje a Irlanda es largo y la travesía incómoda y siento que mi amiguita haya de verse obligada a...Pero ¿cómo ayudarla si no? ¿Experimenta usted algún sentimiento respecto a mí, Jane?
No pude contestar. Mi corazón desbordaba.
-En efecto, Jane: el viaje a Irlanda es largo y la travesía incómoda y siento que mi amiguita haya de verse obligada a...Pero ¿cómo ayudarla si no? ¿Experimenta usted algún sentimiento respecto a mí, Jane?
No pude contestar. Mi corazón desbordaba.
-Porque yo lo experimento por usted -continuó-, sobre todo cuando estamos juntos, como ahora. Es como si en el lado izquierdo de mi pecho tuviese una cuerda que vibrara al mismo ritmo que otra que usted tuviese en análogo lugar y se uniera de un modo invisible a la mía. Y si ese endiablado canal y doscientas millas de tierra van a separarnos, temo que ese lazo que nos une se rompa. Por lo qué a mí concierne, estoy seguro de que la rotura va a producirme una incontenible hemorragia. Y usted...
-Yo nunca, señor, usted sabe...No pude continuar.
-¿Oye cómo canta ese ruiseñor, Jane? Escuche.
-Yo nunca, señor, usted sabe...No pude continuar.
-¿Oye cómo canta ese ruiseñor, Jane? Escuche.
Escuché y de pronto rompí a llorar convulsivamente, estremeciéndome de pies a cabeza. Imposible soportar más lo que sufría. Cuando pude hablar, fue para expresar con vehemencia el deseo de no haber nacido nunca o no haber ido jamás a Thornfield.
-¿Cómo? ¿Le disgusta tanto irse de aquí?
-Me disgusta irme de Thornfield. Amo este lugar, y lo amo porque en él he vivido una vida agradable y plena, momentáneamente al menos, porque no he sido rebajada a vivir entre seres inferiores ni excluida de toda relación con cuanto es superior y dinámico. He podido hablar con alguien a quien admiro, en cuyo trato me complazco...Un cerebro poderoso, amplio, original...En una palabra, le he conocido a usted, Mr. Rochester, y me asusta pensar en irme de su lado. Reconozco que debo marchar, pero lo reconozco como podría reconocer la necesidad de morir.
-Me disgusta irme de Thornfield. Amo este lugar, y lo amo porque en él he vivido una vida agradable y plena, momentáneamente al menos, porque no he sido rebajada a vivir entre seres inferiores ni excluida de toda relación con cuanto es superior y dinámico. He podido hablar con alguien a quien admiro, en cuyo trato me complazco...Un cerebro poderoso, amplio, original...En una palabra, le he conocido a usted, Mr. Rochester, y me asusta pensar en irme de su lado. Reconozco que debo marchar, pero lo reconozco como podría reconocer la necesidad de morir.
-¿Y qué necesidad tiene de irse? -preguntó de pronto.
-Usted mismo me lo ha dicho, señor.
-¿A propósito de qué?
-De Miss Ingram, su noble y bella prometida...
-De Miss Ingram, su noble y bella prometida...
-¿Qué prometida? Yo no tengo prometida.
-Pero se propone tenerla...
-Sí, me lo propongo... -masculló.
-De modo que debo irme. Usted lo ha dicho.
-Sí, me lo propongo... -masculló.
-De modo que debo irme. Usted lo ha dicho.
-No: usted se quedará. Se lo juro y cumpliré el juramento.
-¡Y yo le digo que me iré! -exclamé con vehemencia-. ¿Piensa que me es posible vivir a su lado sin ser nada para usted? ¿Cree que soy una autómata, una máquina sin sentimientos humanos? ¿Piensa que porque soy pobre y oscura carezco de alma y de corazón? ¡Se equivoca! ¡Tengo tanto corazón y tanta alma como usted! Y si Dios me hubiese dado belleza y riquezas, le sería a usted tan amargo separarse de mí como lo es a mí separarme de usted. Le hablo prescindiendo de convencionalismos, como si estuviésemos más allá de la tumba, ante Dios, y nos hallásemos en un plano de igualdad, ya que en espíritu lo somos.
-¡Y yo le digo que me iré! -exclamé con vehemencia-. ¿Piensa que me es posible vivir a su lado sin ser nada para usted? ¿Cree que soy una autómata, una máquina sin sentimientos humanos? ¿Piensa que porque soy pobre y oscura carezco de alma y de corazón? ¡Se equivoca! ¡Tengo tanto corazón y tanta alma como usted! Y si Dios me hubiese dado belleza y riquezas, le sería a usted tan amargo separarse de mí como lo es a mí separarme de usted. Le hablo prescindiendo de convencionalismos, como si estuviésemos más allá de la tumba, ante Dios, y nos hallásemos en un plano de igualdad, ya que en espíritu lo somos.
-¡Lo somos! -repitió Rochester. Y tomándome en sus brazos me oprimió contra su pecho y unió sus labios a los míos-. ¡Sí, Jane!
-O tal vez no -repuse, tratando de soltarme-, porque usted va a casarse con una mujer con quien no simpatiza, a quien no puedo creer que ame. Yo rechazaría una unión así. Luego yo soy mejor que usted. ¡Déjeme marchar!
-¿Adónde, Jane? ¡A Irlanda!
-Sí, a Irlanda. Lo he pensado bien y ahora creo que debo irme.
-Quédese, Jane. No luche consigo misma como un ave que, en su desesperación, despedaza su propio plumaje.
-No soy un ave, sino un ser humano con voluntad personal, que ejercitaré alejándome de usted. Haciendo un esfuerzo, logré soltarme y permanecí en pie ante él.
También su voluntad va a decidir de su destino -repuso-. Le ofrezco mi mano, mi corazón y cuanto poseo.
-Se burla usted, pero yo me río de su oferta.
-Le pido, que viva siempre a mi lado, que sea mi mujer.
-Respecto a eso, ya tiene usted hecha su elección.
-Espere un poco, Jane. Está usted muy excitada.
Una ráfaga de viento recorrió el sendero bordeado de laureles, agitó las ramas del castaño y se extinguió a lo lejos. No se percibía otro ruido que el canto del ruiseñor. Al oírlo, volví a llorar. Rochester, sentado, me contemplaba en silencio, con serenidad, grave y amablemente. Cuando habló al fin, dijo:
-Siéntese a mi lado, Jane, y expliquémonos.
-Siéntese a mi lado, Jane, y expliquémonos.
-No volveré más a su lado.
-Jane, ¿no oye que deseo hacerla mi mujer? Es con usted con quien quiero casarme.
Callé, suponiendo que se burlaba.
-Jane, ¿no oye que deseo hacerla mi mujer? Es con usted con quien quiero casarme.
Callé, suponiendo que se burlaba.
-Venga, Jane.
-No. Su novia nos separa.
Se puso en pie y me alcanzó de un salto.
-Mi novia está aquí -dijo, atrayéndome hacia sí-: es mi igual y me gusta. ¿Quiere casarse conmigo, Jane?
-No. Su novia nos separa.
Se puso en pie y me alcanzó de un salto.
-Mi novia está aquí -dijo, atrayéndome hacia sí-: es mi igual y me gusta. ¿Quiere casarse conmigo, Jane?
No le contesté; luchaba para librarme de él. No le creía.
-En absoluto.
-¿No tiene fe en mí?
-Ni una gota.
-Entonces, ¿me considera usted un bellaco? -dijo con vehemencia-. Usted se convencerá, incrédula. ¿Acaso amo a Blanche Ingram? No, y usted lo sabe. ¿Acaso me ama ella a mí? No, y me he preocupado de comprobarlo. He hecho llegar hasta ella el rumor de que mi fortuna no era ni la tercera parte de lo que se suponía, y luego me he presentado a Blanche y a su madre. Las dos me han acogido con frialdad. No puedo, ni debo, casarme con Blanche Ingram. A usted, tan rara, tan insignificante, tan vulgar, es a quien quiero como a mi propia carne, y a quien ruego que me acepte por esposo
-Entonces, ¿me considera usted un bellaco? -dijo con vehemencia-. Usted se convencerá, incrédula. ¿Acaso amo a Blanche Ingram? No, y usted lo sabe. ¿Acaso me ama ella a mí? No, y me he preocupado de comprobarlo. He hecho llegar hasta ella el rumor de que mi fortuna no era ni la tercera parte de lo que se suponía, y luego me he presentado a Blanche y a su madre. Las dos me han acogido con frialdad. No puedo, ni debo, casarme con Blanche Ingram. A usted, tan rara, tan insignificante, tan vulgar, es a quien quiero como a mi propia carne, y a quien ruego que me acepte por esposo
-¿A mí? -exclamé, empezando a creerle, en vista de su apasionamiento y, sobre todo, de su ruda franqueza-. ¡A mí, que no tengo en el mundo otro amigo que usted, si es que usted se considera amigo mío, y que no poseo un chelín, no siendo los que usted me paga!
-A usted, Jane. Quiero que sea mía, únicamente mía. ¿Acepta? ¡Diga
inmediatamente que sí!
-Mr. Rochester, déjeme mirarle la cara. Vuélvase de modo que le ilumine la luna.
-¿Para qué?
-Porque quiero leer en su rostro.
-Bien; ya está. Creo que mi rostro no le va a parecer más legible que una hoja tachada, pero en fin, lea lo que quiera, con tal de que sea pronto.
Su faz estaba muy agitada. Tenía las facciones contraídas y una extraña luz brillaba en sus ojos.
-¡Me tortura usted, Jane! -exclamó-. Por muy franca y bondadosa que sea su mirada, me escudriña de un modo...
-¿Cómo voy a torturarle? Si dice usted la verdad y su oferta es sincera, mis sentimientos no pueden ser otros que los de una gratitud infinita. ¿Cómo voy a torturarle con ella?
-¿Gratitud? Jane -ordenó, perentoriamente-, dígame así: «Edward, quiero casarme contigo.»
-¿Es posible que me quiera usted de verdad? ¿Qué se propone hacerme su mujer?
-Sí; se lo juro, si lo desea.
-Entonces, señor, sí quiero casarme con usted.
-A usted, Jane. Quiero que sea mía, únicamente mía. ¿Acepta? ¡Diga
inmediatamente que sí!
-Mr. Rochester, déjeme mirarle la cara. Vuélvase de modo que le ilumine la luna.
-¿Para qué?
-Porque quiero leer en su rostro.
-Bien; ya está. Creo que mi rostro no le va a parecer más legible que una hoja tachada, pero en fin, lea lo que quiera, con tal de que sea pronto.
Su faz estaba muy agitada. Tenía las facciones contraídas y una extraña luz brillaba en sus ojos.
-¡Me tortura usted, Jane! -exclamó-. Por muy franca y bondadosa que sea su mirada, me escudriña de un modo...
-¿Cómo voy a torturarle? Si dice usted la verdad y su oferta es sincera, mis sentimientos no pueden ser otros que los de una gratitud infinita. ¿Cómo voy a torturarle con ella?
-¿Gratitud? Jane -ordenó, perentoriamente-, dígame así: «Edward, quiero casarme contigo.»
-¿Es posible que me quiera usted de verdad? ¿Qué se propone hacerme su mujer?
-Sí; se lo juro, si lo desea.
-Entonces, señor, sí quiero casarme con usted.
-Señor, no. Di Edward, mujercita mía.
-¡Oh, querido Edward!
-¡Oh, querido Edward!
-Ven, ven conmigo -y rozando mis mejillas con las suyas y hablándome al oído, murmuró-: Hazme feliz y yo te haré feliz a ti.
De haberle amado menos, hubiese pensado que su aspecto y su mirada mostraban una alegría casi salvaje, pero libre de la pesadilla de la marcha, abriéndose ante mí el paraíso de la dicha que se me ofrecía, sólo pensaba en beber hasta la última gota de aquel néctar. Una y otra vez, Rochester me preguntaba: «¿Te sientes feliz, Jane?» Y una y otra vez le respondía: «Sí.» Le oí murmurar para sí:
-Sé que Dios no deja de aprobar lo que hago. La opinión del mundo me es indiferente, y desafío la crítica de los hombres.
La luna ya no brillaba, estábamos en sombras y yo no podía ver apenas el rostro de Rochester, a pesar de lo cerca que me hallaba de él. El viento soplaba entre los laureles y movía, con sordo rumor, las ramas del castaño.
-Tenemos que entrar -dijo Rochester-: el tiempo cambia. Quisiera estar contigo
hasta mañana, Jane.
«Y yo contigo», pensé. Y quizá lo hubiese dicho si en aquel momento un relámpago no me hubiera dejado deslumbrada, obligándome a ocultar mis ofuscados ojos contra el hombro de Rochester. Comenzó a llover con furia. Él me arrastró velozmente por el sendero hacia la casa, pero antes de que cruzásemos el umbral estábamos empapados. Mientras Rochester me quitaba el chal y alisaba mi cabello despeinado por el agua, Mrs. Fairfax salió de su cuarto. Ni él ni yo reparamos en ella. La lámpara estaba encendida. El reloj daba en aquellos momentos las doce.
-Quítate en seguida la ropa, ¡Estás calada! Buenas noches, queridita -dijo Rochester.
Me besó repetidas veces. Al separarme de él distinguí a la viuda, mirándonos, grave, pálida y asombrada. La sonreí y corrí escaleras arriba. «Dejemos la explicación para otra vez», pensé. No obstante, ya en mi cuarto me turbó algo la idea de suponer lo que ella podría pensar de lo que había visto, pero mi alegría borró pronto los demás sentimientos y pese a la violencia con que soplaba el viento, a la frecuencia y fragor con que sonaba el trueno, a los lívidos relámpagos y a la lluvia que cayó a torrentes durante dos horas, no sentía ni el más pequeño temor. Mientras persistió la tormenta, Rochester llamó tres veces a mi puerta para preguntarme si necesitaba algo.
Siéntate a mi lado Juana de Irlanda...
ResponderEliminarBuen trabajo Village, muy bueno, y las imágenes... ya va saliendo tu vena ingenieril, je, je, ¡Felicitaciones! y Bss...
Romántico a tope para disfrutar el fin de semana.
ResponderEliminarQue bello!! Bueno, para una chica romántica y soñadora, este fragmente es para devorarlo en un segundo y degustar cada palabra...
ResponderEliminarUn gran e inmenso abrazo!
¡Gracias! Solo eso, por hacerme recordar esos hermosos momentos. ¡Me siento como Jane!: Fascinada, feliz y enamorada. Las palabras son tan dulces, y Mr. Rochester es, aunque no lo parezca, un romántico hasta la médula. Las imágenes como siempre son bellisimas y las palabras acertadas y hermosas. Gracias por deleitarnos con estas frases. Besotes, amiga mia!
ResponderEliminarEsta debe de ser una de las escenas y declaraciones más románticas que he leído o visto, es tan hermosa, las palabras me enternecen y emocionan.
ResponderEliminarMil gracias por tomarte el trabajo de transcribirlas para compartirlas con nosotros, es una manera genial y romántica de empezar la mañana :)
Besos,
Aglaia.
Ya había olvidado lo que era una declaración romántica. No he podido leer los anteriores capítulos por motivo de tiempo pero esto de hoy ha despertado mi curiosidad y lo voy a seguir con interés. Dame un tiempecito. Un besín
ResponderEliminarJane, jane...Mi obra favorita forever...¡Me toca hoy ver esta versión y ya estoy hiperventilandooooooooooo! Cuando le dice lo de la cuerda y el corazón y cómo se va a desangrar...¡Guau! SIN PALABRAS...¡Buen finde!
ResponderEliminaramiga, que te ha quedado excelente, y lo he disfrutado mucho, lo curioso es que aqui ni las luces de la nueva version de esta pelicula!... asi que me agrada mas la primicia de escenas....
ResponderEliminar(luego me dices como lo haces)... un abrazo ennooormee!!!
Tienes un regalito en mi blog, querida
ResponderEliminar¡Qué precioso! Es una de mis declaraciones favoritas y que me llegan al corazón. Gracias por rememorarme tan bellos momentos literarios.
ResponderEliminarBesos.
-Jane, ¿no oye que deseo hacerla mi mujer? Es con usted con quien quiero casarme.
ResponderEliminar-No. Su novia nos separa.
-Mi novia está aquí
¡¡¡Que maravilla!!!
Aii!! Tanto tiempo sin pasarme por aquí y ya había olvidado como era una declaración de amor hecha y derecha!¡
Yo creo... que el siglo XXI no es el mío :) jeje
Que buen trabajo, enhorabuena!
Besos!
PD:..mmm necesito tu ayuda, te lo agradecería :D ¿cómo ponéis o de dónde sacais estas escenas de películas que se mueven? Graciass ;)
Leer Jane Eyre es un placer, confiese que la he leído más veces que Orgullo y Prejuicio, las novelas de Bronte me cautivan.
ResponderEliminar¿cómo haceis para poner imágenes en movimiento? ¡cáspitas, que chicas tan listas.
Besos.
MUY QUERIDAS MIAS A PETICIÓN DE UNAS CUANTAS OS EXPLICARÉ BREVEMENTE COMO HACER UN GIF jajaja O UNA IMAGEN ANIMADA... Así luego me remitiré a este comentario cuando os responda una a una....
ResponderEliminarPara hacer una imagen animada (o imagenes varias en movimiento) yo uso un programa llamado "photoscape" en el que añades todas las imagenes que desees y se hace un minivideo que se guarda en formato .GIF
Y para hacer imagenes en movimiento de videos uso el programa "camtasia" que seleccionas el video que quieras y has de tener en tu ordenador y seleccionas desde que minuto hasta que minuto quieres crear el minivideo que también se guardará como .GIF
Es la idea general...teneis muchos videos en internet de como hacerlo y tutoriales en toutube por ejemplo este: http://www.youtube.com/watch?v=_ycOQg8YOis
Espero haber servido de un poco...la verdad es que es dificil explicarlo así...jajaja
Abrazotes!!
QUERIDA MARICARI:
ResponderEliminarGracias querida!!! Aunque en este caso mas que vena ingenieril seria vena artistica jajaja nada nada
Besines!!
QUERIDA TRACY:
ResponderEliminar¿¿A quién no le gusta pasar el finde cargada de romanticismo??
Así cualquier suspiro necesario, sólo con venir y releer se multiplica jajaja
Besines!!! Buen finde!
QUERIDA EILEEN:
ResponderEliminarVerdad que si?? Creo que no hay personaje más romántico que Rochester desde un principio ya deja ver lo que siente...
Besines querida!!! Buen finde!
QUERIDA LADY BINGLEY:
ResponderEliminarMe alegro que te guste y que te sientas así no hay nada mejor que sentirse como tu expresas!! Disfrutalo mucho!!! :)
Mr Rochester es maravilloso y si que se lo nota romantico aunque también sea un poco hosco...
Muchisimas gracias por tu regalo querida, me ha encantado!!! Gracias gracias!! :D
Besines my little lady!! Buen finde!
QUERIDA AGLAIA:
ResponderEliminarA mí también me lo aprece...aunque como todas las declaraciones perfectas siempre empieza con una medio discusión que engañada la tenía a la pobre hasta el final....pero que maravillosas palabras!!!
Para mí no es ningún trabajo transcribirlas y menos sabiendo que os van a gustar ;)
Así se pasa el finde en romanticismo! :)
Besines querida!! Buen finde!!
QUERIDO KARRAS:
ResponderEliminarYa te decía yo que los tiempos de ahora no son tan romanticos como los de antes...jajaja
Tienes todo el tiempo que necesites!! Yo aquí te esperaré
Besines!! Buen finde!!!!
QUERIDA NOELIA:
ResponderEliminarTambién esta entre mis obras favoritísimas!! Ya me contarás que te pareció la película...A mí no es la versión que mas me guste...El final no me complñace en absoluto...Pero tiene su encanto jajjaa además de que a semejante Rochester...ay ay!!
Besines!! Buen finde!!
QUERIDA ANNE:
ResponderEliminarMe alegro que te guste....aquí tampoco tiene pinta de que vaya a salir la pelicula, por lo que ví por internet dicen que navidad....así que me la baje de internet (lo sientooo!!!) y así la veía que tenía ganas de tanto leer cosas en los blogs sobre ella jajaja
Para como lo hago...al primer cometario de los mios me remito...jajaja
Besines queridísmia!!! Buen finde!!
QUERIDA LADY JANE:
ResponderEliminarEs de las mejores escenas que hay eso seguro y espero que te haya alegrado aunque sea un poquito ya que he leído por ahí que estas un poco triste....sabes que cuentas con nosotras para lo que sea!!!
Besines querida!!! Buen finde!
QUERIDA SUSAN:
ResponderEliminarYa te echaba de menos!!! Me alegro verte por aquí de nuevo :)
Es una escena maravillosa, en realidad todo este capitulo en particular
La verdad que creo que a todas las que andamos por aqui nos gustaría ir a esa época y no quedarnos en esta tan...fria...pero que le vamos a hacer...habrá que aguantarse, ya que si nos vestimos de regencia nos tacharán de locas jajaja
Para las imagenes me remito a mi primer cometario de esta entrada...si no en las páginas tipo tumblr hay varias cosillas sobre esta época por ejemplo uno que se llama "Pemberley: State of mind"
Besines!!! Buen finde!
QUERIDA WENDY:
ResponderEliminarSinceramente yo últimamente me debato entre Jane Eyre, Orgullo y Prejuicio o Norte y Sur para ser mi obra favorita jajaj me encantan todas y no sabría cuál nombrar la número uno....
Para las imagenes...me remito al primer comentario mío en esta entrada...para subirlas es como una foto normal....mientras estén en formato .GIF
Besines querida!!!! Buen finde!!
Pues el final me recuerda mucho al de O&P...parece que se queda en el aire, pero yo es lo que siento tras salir del cine y me mente se queda imaginando, completando lo huecos vacíos y además, ninguna de las anteriores versiones acababa así...¡MARAVILLOSA!
ResponderEliminarQUERIDA NOELIA:
ResponderEliminarSi que el final se queda muy en el aire...pero la elicula es bella en sí pero no me aprece una buena adaptación los momentos entre Jane y Rochester me parecen escasos y mucho de lo que se transmite en el libro me aprece que no han sabido llevarlo entre ellos...es mi sensación...a lo mejor también fue que esperaba demasiado de ella jajaja
(Pero me gusta igual que conste!!!)
Besines!!
Querida Marta, ayer escribí un testamento de comentario en esta entrada pero ahora no la veo :(
ResponderEliminarBueno, lo que decía era que yo también me bajé a la mala la peli de internet, yo quería verla en el cine pero si no la estrenan que se puede hacer!
Y me encantó la peli!! Y la escena que haz tenido a bien regalarnos, es mi favorita!! Siii, Cuando lo leí por primera vez, cuando tenía 15 creo, me impresionó bastante, yo me sentía JAne. Han pasado los años y me sigo encantando esta escena! Muchas Gracias.
Creo que además te decía que yo tambien soy ingeniera igual que tu, ingeniera estadística...otra cosa en común!
Saludos
Madame, qué bien recuerdo esta preciosa escena. Resulta deliciosa, si bien mi problema es que debo confesarle que nunca me gustó demasiado el señor Rochester.
ResponderEliminarFeliz domingo, madame
Bisous
QUERIDA PILAR:
ResponderEliminarQue extraño....yo no he tocado anda que acabo de llegar!! Y en el correo tampoco esta tu anterior comentario...asi que se habrá traspapelado!! jajaja
Te gusto la peli??? A mí me entretuvo...pero no me encantó esperaba más de ella y me sentí un poco desencantada al verla...sigue siendo una buena película...sin embargo la serie de la BBC es mucho mejor mas fiel y mas realista...
Si?? mira eso no me lo esperaba yo...aunque se parezca el nombre porque en el fondo no mucho...porque yo soy ingeniera industrial jajaja (un rollo vamos :P)
Besines querida!!!
QUERIDA MADAME:
ResponderEliminarLa escena verdad que es entrañable?? Y amravillosa!! Jajaja tal vez lo borde que es el Sr Rochester es lo que no te agrada demasiado?? A mí en el fondo me parece adorable... :)
Besines querida!!
Querida Marta, si me gustó la peli, aunque reconozco todos sus defectos, a Mia le faltó más fuerza, intensidad. Michael estuvo perfecto! A él si no le cambio nada :p.
ResponderEliminarY tampoco me gustó el final, muy rápido.
Me gustó ese aire tétrico que le dieron.
Y aunque no lo creas la ingeniería estadística con la industrial tienen varios puntos en común. En lima cuando salen puestos de trabajo dice: ingeniero industrial o estadística.
Así que por ahí van :p
Saludos!!
Verdad que le faltaron muchas cosas a la peli?? Para mí es entretenida...pero no es perfecta y esperaba tanto de ella....que me decepcionó bastante....que le vamos a hacer!!! jajaja
ResponderEliminarAh! Pues no sabía!! Aquí la ingeniería estadística no existe....Por ello disculpa mi error ;) Me alegro de que tengamos mas cosas en común
Besines querida!!
Antes creía que Rochester era un tanto cruel, pero el pobre hombre, necesita saber si Jane está enamorada como él, y así poder justificar sus acciones posteriores.
ResponderEliminarBesos.